Cuadrilla incompleta

Una tarde de cafe normal, yo sali de trabajar, él descanso, como todos los martes, cigarros, yo marlboro, él camel.

-Dos americanos bien cargados-la explicacion sobro, los meseros ya lo sabian, cafes como petroleo hirviendo, sin cucharas, sin crema ni azucar. Negros como la muerte, como los dias que venian.

Esta vez yo lo escuche a él, sus planes de boda, sus despedidas, el trabajo, la vida, los amigos, los proyectos, el ir y venir de nuestra vida diaria en este jodido pueblo ingrato.

Y llovio, comun en agosto, terminamos la charla, y me pidio acompañarlo, trepamos a su nave, automovil maldito, y nos dirijimos a la casa de uno de sus clientes, no estaba, y fuimos a la calle de mi entonces incierta futura novia, puso una de los Cardenales de Nuevo Leon.

"ella es mi complice, la hoguera de mis sueños, mi primer suspiro al despertar... que no debo tener mas de un amor, dice la gente que es pecado y es delito, pero la culpa es de dios que permitio esto que siento y nadie mas..."

-Que facil, culpar a Dios, si uno es el que decide.-dijo.
-No señor, si tu tuvieras una verdadera capacidad de decision alterarias a tu gusto el destino...
-Entonces tu serias Dios-completo asintiendo, como comprendiendo mi punto de vista.

Y me dejo en el centro, frente a la plaza de los fundadores, me presto una pelicula pirata, y recibi su ultimo apreton de manos, sus manos gordas y fuertes, como él.

Al segundo dia, en mi trabajo, recibi una llamada al celular, era un amigo en comun, que me dio la terrible noticia, Carlos se accidento en carretera, fallecio.

...
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Al salir me diriji sin poder creer nada al cafe que nos unio, a ese hogar y refugio de enfermos mentales, de entrañables amigos, mentores y complices. Todos ebrios, llorando, llorando, uno de los nuestros se adelanto, estabamos incompletos, y a pesar de las discordias, siempre creimos que seriamos los mismos, el Lic, el Pollo, Marioni y yo, los unicos, los primeros, los originales miebros del cafe Galeria.

Y fuimos dolidos a su funeral, el pollo bebia y lloraba, pocas veces habia visto tanto dolor y pena.

-Pinchegordohijodelachingadaporqueporqueporque...

Y se lamentaba, mi estado de incredulidad seguia, no llore, no pude, pero me sentia muy solo, abandonado, solo guardo de ese dia una cicatriz de quemadura de cigarro debajo de la palma de mi mano izquierda.

Me fui solo a mi casa, caminando en la lluvia infame y fria, me empape hasta los huesos, pero ya nada tenia sentido, nada, el vacio en el pecho me oprimia, pinche Carlos, pensaba.

A la fecha no esta claro el que hacia en la carretera a las 3 de la mañana, solo hoy entiendo un poco, se sintio solo, estaba solo, como lo he estado tantas veces, y que he buscado algo, tal vez la muerte, la diferencia es que él, Carlos Alberto Bustos Villa, si la encontro.

Nos dejaste huerfanos, y Carlos, gordo, me cae de madre que todavia te queremos.