13/6/13

Sangre fresca

Vale, quedamos que nos portaríamos bien, que lo diablos se quedarían en baúl y tiraría la llave, pero los demonios huelen la sangre y tiemblan hambrientos, llevo para estas fechas la tranquila cantidad de 4 años sin rumba ni baile obsceno de golpizas y madrazos, y ahora deseo un poco de sangre fresca, dar una buena mordida con mis mandíbulas dolidas a un trozo de humano maltrecho, quiero pasar una factura de chingadazos a la larga lista de enemigos que acumulo en mis 27 años. Como decía, no puedo negar esa chispa violenta que se me cruzo en los genes, esos diablos que susurran, "Toma un baston y baila, baila feliz, y que ese baston apague el odioso brillo de tus enemigos al golpear con saña su sien" y se retuercen y gruñen "Anda amigo mio, bienaventurado aquel que azota la cabeza de su prójimo en contra de las piedras" Luego rien, saben, ellos saben.

Los quise adormecer en alcohol, los quise mantener en mi museo de lo grotesco, en un hermoso recipiente de cristal cortado, conservados en formol, pero esas extrañas criaturas olvidadas del señor son mas viejas que el ruido, de mi pasividad se nutrieron, de mi calma crecieron, se reprodujeron, hibernaron henchidos de sobras de la supuesta serenidad que quise ostentar.

Creo que me sali de cuadro y esto no suena como debería sonar, pero disculpe usted, lector casual de estas mamadas, que tengo las manos frias y la cabeza un poco hueca, quiero en estos días ajenos recobrar mi voz y mi persona. Y quiero, sobretodo, ganar puntos en esta pelea que se llama vida, válgame la analogía estúpida, pero no hace uno mas que mirar la gran cantidad de hijos de puta que se pasean alegres, llenos de mierda y maledicencias, repartiendo su saña y su tirria, esperanzados, tal vez ignorantes de los locos que como yo no quieren dejar las cuentas pendientes al destino, los aspirantes a acreedores y ejecutores directos del equilibrio del destino.

Dicen las "gentes" que todo se paga en esta vida, y que lo que haces se regresa, pues bueno, a mi me gusta hacerme cargo de mis cosas, el pobre destino ya tiene muchas historias que cruzar y terminar como para que este insignificante mortal le deje todavía mas asuntos pendientes.