29/1/13

El viaje hacia alguna parte

No me fui, aqui estaba, tal vez trabajando, tal vez perdiendo el tiempo, tal vez tratando de ser un esposo normal, alejado, pero no ausente. Voy a decirles porque no escribo, es sencillo, no soy una persona constante, y eso explica muchisimas cosas.

En todo caso el dia de hoy acontece que tengo los dedos meñiques de mis pies de hobbit descarnados como los de Fredie Kruegger (o como se escriba) y en donde deberia tener una uña en el pulgar del pie izquierdo ahora solo hay un hoyo rectangular con un bonito decorado en rojo brillante, la razon, una sencilla caminata de 18 horas a San Juan de Los Lagos, Jalisco.

Estimado lector extranjero, en mi pais los catolicos acostumbramos realizar ese tipo de procesiones para visitar el templo de alguna Virgen o Cristo en determinadas fechas importantes para la grey catolica, muchos diran, "¿Este bastardo que se burla de medio mundo ejerce algun tipo de religion?" Pues no completamente soy un catolico promedio, o sea, alguien a quien no le interesan mayormente cumplir con los ritos catolicos. Pero puedo decir que soy alguien a quien le interesa su parte espiritual relacionada directamente con un ser supremo o sease Dios.

Tenia miedo, hace 6 años que realize la primera incursion a San Juan, y pues me fue de la chingada, fue muy dificil y me jure que nunca regresaria, pero por motivo de expiar mis culpas y agradecer favores me embarque nuevamente, sin condicion y con sobrepeso a este viaje.

No se si basten las palabras para definir la corriente humana de creyentes caminando en la oscuridad de una montaña, es ahi donde todos tus miedos te acechan tras los huizaches, mezquites y nopales, tratando de no aflojar el paso, de no sentir los pies lacerados y olvidando de momento el frio, los errores de toda una vida te acechan en ese paisaje hermoso y desolado, ahi no hay quien te salve ni quien te ayude, solo tienes que poner un pie delante del otro y evitar las piedras. 

Es una experiencia multicolor, desde la gran mayoria de gente de escasos recursos, con apenas una bolsita, y un misero abrigo, hasta gente que toma el viaje como una excursion a campo traviesa, con un chofer para cargar sus neceseres y casas de campaña para evitar el frio al momento de dormir, yo estaba en el intermedio, ahora llevaba el dinero suficiente para comprar lo que hiciera falta, menos ganas o energia, una bolsa de dormir, un par de litros de agua, comida y unos cuantos caramelos. Ademas de la buena compañia del infaltable Arnold y su buen Abuelo, digo multicolor por el folclor, por la variedad de especimenes que te cruzas en el camino, desde los inconcientes que tiran basura a diestra y siniestra, los abusivos lugareños que cobran la botellas de agua a precios de aeropuerto y aquella gente agradecida que desinteresadamente regalan fruta, comida, cafe y agua a los peregrinos.

Dos cosas sufri esta vez, las ampollas que tuve que reventar a mitad del camino y el frio atroz al tratar de dormir a la orilla de la carretera, pero fue a diferencia de la anterior, una experiencia enriquecedora, no puedo explicar la sensacion de alivio y agradecimiento al entrar a la basilica, enterrado, asoleado, cojeando, pero agradecido, tal vez tenga un nombre, creo que le llaman Fe.