La mejor y mas impactante mininovela seriada de la década (edicion bicentenario)

“Pollitos (pandas, carniceros y dinosaurios) en fuga”

Vol. 1

Desde el bar instalado detrás del conductor en un Altima modelo 98 color verde, se escanciaban sendas copas de plástico rojo rebosantes de tequila, squirt y hielo. Los enajenados protagonistas de la historia huían de la ciudad de las fresas, a la ciudad de las momias vivientes, dejando detrás de sí, su dignidad en mal estado y su fama de alcohólicos inadaptados mas reforzada que nunca.

Horas antes se ubicaron entre la barra y la banda de un pinche bar de cuyo nombre no quiero acordarme, a discernir profundos aspectos de sus respectivas pendejadas anteriores. Ademas de las magistrales interpretaciones de Bob Patiño´s Rock Band.

Basto el grito aguardentoso del vocalista diciendo “Pisto gratis para la mesa mas desmadrosa!!!!!!” Para que activados por un difuso mecanismo interno nuestros héroes se incorporaran y empezaran a gritar y brincar como posesos, bajo los acordes de “La carencia” “Seek and Destroy” “Srta. Cara de pizza” “Deshacer el mundo” “Toxicity” “La chica banda” etc.

Por supuesto que les llovió tequila, adicionándose a la cerveza que ya traian encima, en fin, a la juventud todo se le perdona. En el paroxismo de la fiesta se escucho al vocalista buscando al mas borracho del lugar dispuesto a tragarse la botella de Jose Cuervo Espacial de extraño y azulado contenido. Uno de ellos de inmediato se sintió aludido, “Soy Danihell Zangief y soy alcoholico” pensó, al tiempo que sus compinches lo instaban a entrar en escena.

Como no hubo más valientes (suicidas) No les quedo de otra que alimentar el hígado del Zangief, que raudo abrió las fauces y blindo el estomago para recibir casi tres cuartas partes de la extraña pócima, cosas que algunos cabrones aplaudieron. Aunque al ver que se acababa se formaron otros envidiosos a demostrar su alcoholismo y pistiar a costa de la casa.

En fin, las autoridades mermaron la fiesta con su presencia, y los animos descendían, nuestros pequeñines aun esperaban que sus complacencias fueran atendidas con los títulos de su preferencia, pero a eso de las tres de la mañana la banda se despidió.

Aunque el Barny ya había hecho el fatídico anuncio:

“De aquí nos vamos al cervantino”

Todos asintieron.

Ya afuera se acomodaron en el recién bautizado Camaleón, Pollito (a) Chamaco, Margarito, mascarita, etc. Piloteando la nave (no tanto por sobrio como por dueño). El Barny (a) Tripin Fonseca de copiloto, debido a las leyes de su físico, además de mecenas del viaje. Detrás del Pollo, el Zangief (a) Panda, Cuellar, etc. En calidad de guía y por ultimo Horacio, hermano carnal del Barny, en calidad de autoridad moral por gracia de su edad y aparte dolido de amor por una ingrata de 17 años.

Armados con un Centenario de a litro, adquirido gracias a un corrupto oficial, mas los complementos, no se preguntaron nada, no entrevieron los enrevesados caminos del hado, no tenían ni puta idea de lo que les esperaba al final del viaje, no sabían de la odisea que habrían de atravesar solo por seguir la fiesta.

Estimado lector, si queréis seguir disfrutando con las peripecias de nuestros héroes, no os perdáis la siguiente entrega de esta apasionada y alcohólica serie.