28/1/11

de la chabela, los amigos y la mala suerte...



Por única ocasión este su blog bienaventurado transmite desde la zona roja de mi tres veces maldita ciudad, no es que esté conectado desde el famoso bar Corsario, sino que escribo esto desde una perspectiva poco favorecedora a mi ya de por si maltrecha reputación, sucede que el Arnold, compañero de cafés, peleas, peregrinaciones y alcoholes, pensó que su carruaje no necesitaba octanos y nos quedamos sin gasolina media cuadra del paradero de perdición, truncando el camino al tercer round de café semanal, en fin, fuera de mi casa también le fallo el switch del encendido, así que solidariamente cuido su carro, arriesgando mi vida al sacar mi laptop en este barrio, sintiéndome también el ave de su mala racha, pero un pajarraco muy sonriente esperando su objetivo de malas vibras de vuelta de la gasolinera (asi se dice, carajo)

Todas las amistades son reciprocas, recuerdo que se quedo sin gasolina hace menos de un mes en una de las principales calles del centro en pleno domingo, asi que fui yo el afortunado comisionado para ir a llenar un hipotético envase de gasolina y darle vida a su Datsun Guayin, digo hipotético envase porque el muy cabron no traia ni un bote de jumex, ni una miserable botella de cerveza, ni una cubeta donde yo pudiera transportar la gasolina verde (que casualmente es roja) y todavía me dice: “pues juntas algunas botella que te encuentres” si que fácil, mendigar botellas PET, en el trayecto de 7 cuadras compre una botella retornable de coca-cola y al llegar a las bombas despachadoras y muy infeliz despachador sonríe de manera burlona y dice “se quedo sin gasolina edá” No pendejo me pareció un excelente domingo para incendiar una jodida patrulla enfrente del palacio municipal, pensé, pero solo sonreí forzadamente y le dije “llenelo”

En fin, el Arnold ya llego, asi que dejo esto esperando que su mala suerte termine antes que 8 años de amistad.

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